miércoles, 26 de septiembre de 2018

¿Te crees conocer?


Sentado en mi trono teñido en rojo, observaba como los grumos de la oscuridad disipaba el ardor de aquel que me hacía daño. No obstante dejaba de pensar en una cosa, en esa cosa que retumbaba en mi cabeza: “¿y ahora?”.

Elicia Overtime, así se llamaba, la niña que tronó las paredes de mi castillo. ¡Sabía que venía! Hija de una fiel compañera perdida en los bosques. Intranquilizó la oscuridad al saber que pudo soportarla, pretexto perfecto para comprender ciertas cosas. Tuvo aventuras en mi castillo, inclusive conoció lo que era estar entre vampiros al conocer a mi bisnieto. Veía todo desde la oscuridad, dentro y fuera de ella.
Se avecinó su partida luego de estar meses en el castillo, creo que comprendió lo que era estar en el lugar correcto. Aparecí frente a ella y vi en sus ojos tristeza opacada por determinación. Le dije:

No corras a un lugar donde sabes que no puedes estar, lo volverás más duro de lo que es y no valdrá para nada. No debes huir, ignoraras el aprendizaje y la comprensión que la vivencia te está otorgando, así tengas o no la culpas. ¿Qué pensar en estos momentos? ¿Qué decidir en estas circunstancias? ¿Hice el bien o el mal? ¿Pensé nada más en mí o también en la persona? Son muchos los misterios tras una decisión.

 ¿Cuál es la verdad de todo? ¿Cuál es mi verdad? La única manera para proseguir con una vida es ver y aceptar lo que dejamos atrás… nunca dejarlo por un lado. Muchos se quedan atrás por esto, otros huyen y creen haber encontrado la paz y muy pocos disfrutan del verdadero.
La diversidad es compleja, compleja porque son sentimientos incontrolados. El ser se ha dedicado a simplificar los sentimientos: amar, querer, odiar… ¿Por qué? Porque no saben ingerir el peso de sus fetiches, de su ser real. La imperfección es la perfección en el mundo y al aclarar los diversos sentimientos… ¿Qué se dice? Una serenidad se presenta. 

Eres hermosa, Elicia. ¡Completamente hermosa! Me recuerdas a alguien al ver tus ojos; en apreciar tu sonrisa y oír tu risa. Respeta las vivencias que percibes y convives; aprecia cada momento, porque de una sonrisa, alegría, motivación, sentimiento y decisión en cada hecho pasado… es que valió la pena. Respétate a ti y a tus sentimientos. Acepta todo lo que decidas creer y mantenlo; rechaza todo lo que no esté en tu credo, pero respétalo. No existe una verdad absoluta, solo existe la que decidamos creer mas no dice que no abramos nuevos caminos. No ocultes tus sentimientos a todos, te estarás mintiendo y vivirás de la falsedad. No tengas temor en cómo eres en verdad, no sigas leyes morales o religiosa… sigue tu propia filosofía y vuélvete lo que todo el mundo teme.
Escucha, pero no sigas. Decide lo que es mejor, pero no lo hagas por miedo a los cambios, hazlo por tus sentimientos y filosofía. Ama y respeta”.

Me preocupaba el hecho de que quede atrapada en el limbo, pero debo creer en una mujer digna de ser una vampira.

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